27 diciembre 2008

Te fuiste...



Ayer te fuiste y sin darte cuenta me arrancaste un pedazito de ilusión, una pequeña vela de esperanza, y un poco de tu calor; calor que me diste al abrazarme y susurrarme que para ti no había nadie como yo. Ví como te dabas la vuelta, y el viento que ondulaba tu pelo negro me dió en la cara, ahondando un poco más los fríos sentimientos que paseaban por todo mi cuerpo; pero tardé unos segundos en darme cuenta… no se porqué razón siempre que vi tu pelo moviéndose al son del viento, algo en mí se quedaba en suspense.
Y es que te quería entera, cada parte de ti: las buenas, las malas (aunque creo que en estos dos años encontré pocas), las que conocía, y las que me quedaban por conocer también me gustaban.

Tenías magia… y esa magia iba contigo a cualquier sitio al que fueses como un guardaespaldas celoso, esa magia… parecía polvo de estrellas pero no podía serlo, existen demasiadas estrellas y tu eras única.
Miraste para atrás y creí que dudabas, pero sólo era para sentenciar lo que me acababas de decir. Tu sonrisa tenía un deje de disculpa que no terminaba de comprender con la razón, pero que mis sentimientos sabían que no podía ser bueno. Es irónico como sabemos clavar una puñalada y hacer que parezca un favor.
En fin, yo hice lo propio y me alejé lentamente del lugar sin responder con palabras ni gestos a tu última mirada. Lo último que recuerdo ya de ese encuentro, es el sonido de tus pasos alejándote, acompañando el ritmo de mis latidos, que disminuía progresivamente a la vez que tus pasos se oían mas lejanos… ambos a la vez. Cuando por fin te perdí de vista pensé que todo esto había sido interesante, y que sería buen tema para un libro… pero ya ves, hasta la imaginación me ha dejado sólo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta:) De hecho es d los q más me gustan. Espero que sigas desarrollando tu habilidad como escritor, me encantan las cosas que pasan por tu mente xD Un beso Sergitin!
Elenita(ica pa ti!)

Anónimo dijo...

"En fin, yo hice lo propio y me alejé lentamente del lugar sin responder con palabras ni gestos a tu última mirada. Lo último que recuerdo ya de ese encuentro, es el sonido de tus pasos alejándote, acompañando el ritmo de mis latidos, que disminuía progresivamente a la vez que tus pasos se oían mas lejanos… ambos a la vez." Amo esta parte!