27 enero 2009

Una excepción

Dije hace tiempo que este blog me serviría para "publicar" en cierta manera lo que opino en diversos temas o las cosas que en los pocos ratos libres me da por garabatear con letras. Hoy no obstante quiero hacer una excepción y poner algo queno escribí yo, sino Arturo Pérez-Reverte, porque se da el caso de que él expresa lo que yo pienso mejor de lo que podría hacerlo.


Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en XL-Semanal.

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Mi nistros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.
No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia , la Literatura , la Geografía , el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.

Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Ed ucación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones. Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-.

Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Mi guel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p ' alante.Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

22 enero 2009

Un viejo rubí


Iba sentado en el autobus de camino a la universidad, cuando entre los pocos pensamientos que deambulan por la mente de un recién levantado, uno vino a tocar al timbre y despertarme de ese estado semi-inconsciente que bien conocemos los estudiantes. Os voy a contar un relato de no mas de dos parrafos, por si acaso lograis llegar a mis pensamientos y la conclusion que obtuve aquella mañana, sin que tenga que decirlo.

Hace tiempo, en un lago cercano al pueblo donde vivía, un joven nadaba en el lago en un intento de refrescarse en aquel inusualmente calido verano. De repente algo brilló en el fondo del lago. Nadó hasta llegar al sitio donde parecía estar y se dió cuenta de que era un rubí del tamaño de una mandarina. ¡¡Había encontrado un tesoro!! Sintió una gran emoción y alegría porque ahora podría venderla y ser rico. Siguió mirándolo unos momentos y acto seguido lo cogió y saliendo del lago se encaminó a su casa. Gran parte del camino estuvo deleitándose en la perfección y el hermoso color del rubí. Tanto llegó a gustarle que decidió no venderla, sino guardarla en una caja fuerte para poder ver aquella bella obra de la naturaleza cuando quisiera.

Pasaron muchos años y este joven dejó de serlo. Envejeció solo y aunque nunca pasó hombre a final de mes tenía una billetera ayuna de billetes. Cuando murió nadie le heredó porque no tenía descendencia. Nadie supo nunca que había encontrado un rubí en aquel lago, quedó escondido enterrado en la tierra en una caja fuerte. Pasó mucho tiempo hasta que alguien encontró ese caja y pudo abrirla. Este joven en cuanto llego a su ciudad vendió la joya y se compró una casa lujosa, y viajó por todo el país. En un pueblo en los que estuvo hospedándose en ese viaje encontró a una chica con la que se casó y tuvieron un hijo que heredó la casa, terrenos y una nutrida cuenta en un banco extranjero de prestigio.

Si alguien entendió no siga leyendo. Pero sin embargo no entendió aqui tiene mi cosecha:

Hay cosas buenas y especiales que cuanto mas se guardan mas pierden su valor.

10 enero 2009

¿Por qué?

¿Por qué el mar?
Porque el vaivén de las olas mece mis sueños dentro de una botella de cristal.

¿Por qué la brisa?
Porque es la que lleva mis pasos y me empuja a seguir.

¿Por qué la arena?
Porque grabo a cada pisada en ella los recuerdos que quiero olvidar.

¿Por qué la luna llena?
Porque me alumbra el camino, y a veces me sonríe.

¿Por qué la nieve?
Porque es un poco como yo; fría, y se endurece pero en verdad es quebradiza.

¿Por qué una rosa?
Porque su perfume crea un halo que me envuelve y me acompaña cuando estoy solo.

¿Por qué las estrellas?
Porque les cuento mis historias, y con ellas hago tu silueta.

¿Por qué las nubes?
Porque creo que de entre las cosas de este mundo, son las más libres.

¿Por qué la palabra?
Porque es algo que nunca se pierde; mientras viva la pronunciaré, cuando haya muerto la leerán.

¿Por qué la tristeza?
Porque si no la alegría sería como un trasto sin valor escondido al fondo de un desván.

¿Por qué tu?
Porque sin ti no habría yo.

09 enero 2009

Un tintero y una botella


Me siento delante de un folio en blanco pero no puedo escribir… ¿Acaso se ha secado el tintero del que sacaba mis palabras? ¿Qué ha podido cambiar para que esto suceda? No somos dueños de los cambios que se producen, a veces, pero si somos de cómo los afrontamos; así que aquí estoy de nuevo, delante de un papel y con una pluma en la mano intentando ganar esta batalla.
Han pasado menos de 2 días, pero más de 48 horas y nada cambia, nunca nada cambia a pesar de los engaños que se lanzen a la multitud para consuelo de aquellos a los que se remite el famoso refrán. Pero yo no soy de esos, no me contenco con poco, ni tapoco mucho me sacia. Vivo de cada segundo y cada gramo de oxígeno que inhalo, y cambio de opinión cada vez que el viento sopla hacia otra costa. Puedo parecer un mentiroso pero no lo soy, solo digo en cada momento lo que pienso… no soy culpable de cambiar de parecer. A veces dejo que mis pensamientos fluyan como una marea, llevando pequeñitos granos de arena donde la voluntad del viento quiera, no sé donde acabarán ni quien espera recibir un grano de arena para completar su montaña, o una botella con un carta anónima dentro, yo solo lanzo ambas al mar y el azar imparcial y justo las esparce. No sé como vendar una herida con gasas y tratarla con mimo, suelo vaciar el bote de alcohol puro encima sin esperar un consentimiento; los remedios buenos siempre duelen y es mejor aplicarlos sin previo aviso y sin camuflarse, como la verdad. Pero no me refiero a esa verdad polimorfista a gusto del consumidor, sino a la verdad que hace gala de su condición, la que generalmente trae más dolor.
Son tantas cosas, tantos sentimientos que no se cómo expresarlos. Sería como querer aislar una ola en la tormenta y dibujarla, no podría. Solamente hay una cosa que puedo hacer… contaros lo que pueda y disfrutar yo solo los detalles.

03 enero 2009

Hay cosas que cansan

Hay algunas cosas que terminan por cansar... a mí y a muchas personas, sólo que no todas lo decimos o actuamos en consecuencia. No quiero hablar mal de estas personas que no dan a entender el cansancio que sienten, pero sí quiero decir que a la postre, será peor para ellos.

De lo que realmente quiero hablar es de esas cosas que terminan por cansar, aquellas que te encuentras en el camino y haciendo la vista gorda las metes en tu mochila hasta que al final pesa tanto que la dejas en el suelo y sigues sin ella, y sin ellas. En especial hay una que es a mi parecer la que resume todas las demás, y es que este mundo está lleno de personas con buenas intenciones pero que dejan vacío el arcón de las buenas soluciones. Gente que "no quería hacerlo" pero lo hizo, gente que dice "no me acordé" cuando no se trataba de ellas mismas.
En fin, gente que como ya dije antes, terminan siendo un lastre... y yo los lastres los dejo en el camino.